A paso ligero que me cierran. Además ayer se nos pasó echarla y basta que una semana se te pase para que toque.
Rápido que ya voy tarde para casa.
Menos mal, no hay cola, pero claro, tengo que rellenar un boleto para un solo día. Yo es que esto no se muy bien cómo va. Si participo por si las moscas.
- Buenas tardes.- Entrego la apuesta de la semana pasada y la lotera: -¡Uy, mira!-. Y yo con cara de boba: -¿Qué pasa?-
- Pues que tienes 114,69€.
- ¿Qué me está contando?- Y yo colorada como un tomate. Unos sudores.... Me dió hasta vergüenza.
- ¿Yo esto no se cómo funciona? ¿Cómo lo cobro? - La lotera se reía.
- Menuda pardilla.- Debía de pensar.
Me dió el dinero en efectivo y seguía reiéndose, y yo seguía como un tomate.
- Ahora te puedes ir de cena.- Decía el chico de detrás.
- Si, bueno, es a repartir. Para la comida de empresa de Navidad. Ja, ja, ja.
Eché la del sábado y, como pude, guardé el premio en el monedero en un bolsillo a parte. Si antes tenía prisa, ahora salí por piernas hacía casa, no fuera que por 114,69€ me dieran el susto del año.
Llamé a mis compañeras de camino para casa. Vaya con la ilusión del pobre.
