miércoles, 25 de febrero de 2009

No creo en el Jamás

Juanes es uno de mis cantantes favoritos, no solo por los ritmos latinos de sus canciones. Me gusta mucho el significado de sus letras. Las encuentro muy bonitas incluso en algunas veo muy identificadas mis ideas o mis experiencias. Este es el caso de la canción “No creo en el Jamás” de su último CD “La vida es un ratico”. Este trabajo suyo es el más intimista que he conocido de él, supongo que el motivo es el periodo personal que ha vivido mientras gestaba las letras y las canciones. Según se dice ha atravesado una crisis matrimonial y si eso es así, es cierto que habla de las superaciones, de los errores y de las rectificaciones del ser humano. Pero hay algo que Juanes nunca olvida en sus discos y eso es su tierra querida –Colombia- y su lucha por la libertad de su pueblo. Desde el primer trabajo suyo que yo conocí, “Fíjate bien”, con la canción con el mismo título hasta este último de “La vida es un ratico” no ha faltado nunca una alusión a las minas anti-personas o a la violencia y la extorsión que sufren los indígenas en sus propias tierras.



Pero a lo que iba, de este último CD me gustan prácticamente todas las canciones pero quizá con la que más identificada me siento en esta etapa de mi vida es con la que ya he nombrado anteriormente –“No creo en el Jamás”-. Me transmite esperanza y alegría. Es una canción optimista y positiva. Podría desglosarla y comentarla párrafo a párrafo pero me voy a quedar con el trozo que más me impactó la primera vez que la escuché:


“Si darse por vencido

es una forma de morir

entonces yo jamás

le quiero dar gusto a la muerte

pienso en mi familia

y el corazón late más fuerte.


Que no se puede vivir

pensando en cuando se va a morir

vivir sin soñar es tanto

como morir estando vivo

yo creo en el presente

y eso me aleja de la muerte.”


Es en este trozo de la canción donde he encontrado la solución a mi GRAN MIEDO: la muerte. Supongo que no soy la única. Cada vez que me viene esa idea a la cabeza-bastante a menudo, demasiado quizá- me entra muchísima ansiedad. He tenido que ingeniármelas para superar eso ya que es absurdo centrar tus pensamientos en ese momento tan inevitable. Por eso al encontrar esta canción explicando tan claramente mis propios pensamientos me he dado cuenta de cómo aliviar mi mente y mi angustia. Reconozco que este GRAN MIEDO me supera y cada vez más. Gracias a artistas como Juanes y a sus canciones podemos encontrar alivio a nuestras pesadillas. Y aunque de esta canción este fragmento fue lo que más me impactó, me quedo con el resto donde se habla de la gran capacidad del HOMBRE para superarse y vivir feliz.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Conducir


Y por último:

Me encanta conducir. Es mi momento. Me gusta esa sensación de evasión que me provoca. Cuando conduzco es cuando consigo el nivel máximo de concentración que jamás he logrado. Tan solo estoy para conducir. Siento cualquier ruido o vibración del coche. Lo siento como si fuera una prolongación más de mi cuerpo. No me gusta que nada me distraiga de la carretera y es por eso que me pone nerviosa el no tener planeada de antemano la ruta que he de seguir cuando voy a un sitio nuevo, aunque ese es un obstáculo que voy superando con los años y la experiencia.

Ya son cerca de catorce años. Casi nada. Y me parece que fue ayer. Voy a confesar que la teórica me costó subir tres veces a examen, la práctica la saqué a la sexta y por aquel entonces me gasté trescientas cincuenta mil pesetas. Sí, ¡una barbaridad! Lo de la teórica puedo aceptarlo, pero lo de la práctica me dio mucha rabia: aprobé un uno de septiembre cometiendo unos cuantos errores que no eran merecedores de aprobar, sin embargo sigo opinando que el carnet era mío desde el segundo examen. Reconozco que por aquel entonces contaba con diecinueve años y tenía una época en la que tenía un cacao mental que me impedía pensar con mucha claridad, aunque la sensatez y la prudencia no me han abandonado jamás.

Pese a todo esto hoy me considero una buena conductora y con los años he adquirido no sólo experiencia y capacidad de reacción, también he moderado mi conducción y soy más respetuosa con las normas. Supongo que la edad y el ser madre también pueden influir en esa evolución. Tengo el orgullo de decir que no he sufrido ningún percance de importancia con el coche y espero que siempre siga así, aunque la suerte también juega un papel muy importante, ya que por la carretera conducimos muchos.

Lo que mejor recuerdo es la sensación que tuve el primer día que me monté en el asiento del conductor, puse el coche en marcha y éste comenzó a moverse. ¡Estaba conduciendo yo! El coche se movía porque yo lo conducía. ¡Qué pasada! A partir de ahí comenzó una historia de amor entre el mundo del automóvil y yo.
Coincidencia o no, mi pareja es un apasionado del motor (lo conocí meses después de obtener el carnet y tener mi propio coche) y él también disfruta conduciendo. La diferencia entre nosotros es que él es mucho más metódico con su coche que yo, y que él nació para conducir. Su sueño es haber sido piloto, o como poco mecánico de coches de carrera.
Me he aficionado a la Fórmula 1 y disfruto conduciendo karts. Pero la velocidad la dejo en los circuitos, las carreras de la tele y para los coches de RC.

Así que ánimo si estás preparándote para unirte al club. No desistas por mucho que te cueste. Y si empiezas no lo dejes hasta haber cumplido el objetivo.

¿Recicláis o pagáis?



Este es el segundo:

Otro breve. En una localidad catalana multan a sus ciudadanos por no separar la basura en casa. Resulta que se han dedicado a “registrar” las bolsas de basura de los ciudadanos para averiguar quién recicla y quién no recicla. Se excusan en que son incívicos y dejan las bolsas fuera del contenedor encima de la acera o de la calzada. Bien. Es una guarrada dejar la basura fuera del contenedor, pero que por no reciclar tengas que pagar una multa… Me suena a una manera más de recaudar fondos en tiempos de crisis.

Yo no acostumbro a ponerle mucha atención a lo de reciclar. Sí que tiro los cartones en el papel y cuando hago limpieza de periódicos y archivador también. Los envases los tiro al plástico y las pilas y baterías a su contenedor correspondiente. Lo mismo hago con las medicinas, las llevo a la farmacia. Pero no hago nada más y creo que demasiado, no me obsesiono ni puedo tener en mi cocina una bolsa para cada cosa. Además me niego. Supongo que antiguamente alguien se encargaba de esta tarea, agradable o no. ¿Qué hay de ese alguien ahora? ¿Ya no tiene trabajo? Según parece el que no reciclemos genera gastos a las arcas de nuestros municipios. Que alguien me lo explique porque no lo entiendo. ¿Qué pasa, que alguien tiene que hacer ese trabajo? Bueno está, ya hay un puesto de trabajo más.

No me considero una ciudadana incívica por no reciclar. Es mucho más incívico el que recicla y luego va con el coche hasta para dejar al niño en el colegio, que está a cincuenta metros de su casa y a treinta de donde lo tiene aparcado, para no encontrar aparcamiento y dejar el coche en doble fila molestando a otros incívicos que también quieren llevar a sus hijos al colegio pero que como llegan tarde no ceden el paso a los peatones en los pasos de cebra, peatones que también llevan al colegio a sus hijos….

También hablan de la picaresca de los ciudadanos que destrozan los papeles con los datos personales para no dejar huella. ¡Pero bueno! Esto ya es el colmo. Pues esa costumbre la tengo yo de siempre, de toda la vida, y no es para burlar ninguna ordenanza, lo hago por seguridad. Hasta ahora siempre he oído la recomendación de desechar ese tipo de datos si es que vas a deshacerte de ellos tirándolos a la basura para que nadie pueda hacer un uso fraudulento. Yo no tengo nada que ocultar, soy una persona normal y corriente, pero a nadie le importa lo mío, ni siquiera al Ayuntamiento.

Nada chicos, que el delito está en la basura. De aquí poco hasta analizarnos la “mierda” va a ser una buena manera de recaudar fondos.

Bomba Nuclear


Hey. Esta semana estoy sembrada y me apetece mucho escribir. Aquí os dejo los deberes para que estéis un poco entretenidos si os apetece:

¡Uauh! ¡Vaya susto! Acabo de escuchar en las noticias que hace dos semanas chocaron dos submarinos cargados de bombas nucleares cerca de las costas de Finisterre.

Dicen que en caso de haber estallado, estas bombas hubieran arrasado Europa entera.

Ahora mismo no estaríais leyendo esto, ¿os dais cuenta? ¡Qué fuerte! Yo no habría encontrado trabajo y mi hija no hubiera ido de excursión al “Aquarium”. Mi pareja no hubiera perdido el partido este sábado, y todo esto sin enterarnos de nada, así, de repente.

El caso es que estos dos submarinos, de nacionalidades distintas, no se habían detectado pese a los sofisticados y potentes radares que poseen. Parece mentira que con lo grande que es el mar… Pero chocaron y gracias a que todos los dispositivos de seguridad funcionaron las bombas quedaron intactas. Pero ahí está el peligro. Y yo me pregunto: ¿Para qué bombas nucleares? ¿No son suficientes las normales? Que tampoco tendrían que existir. Vaya excusa tan insulsa eso de que nos tenemos que defender por si acaso. Bueno, pues si no hay bombas no hay amenaza, y no hay de qué defenderse.

Hay algunos gobiernos que quieren desarmar a otros que consideran potencialmente peligrosos y bélicos. Permitidme que opine que todo país armado es peligroso, ya que el peligro reside en la mente de los que gobiernan ese país y de los que tienen acceso directo al uso de esas armas.

Lo que considero, no sé si llamarlo una injusticia, una osadía o una irresponsabilidad, es que se ponga en peligro de manera tan arbitraria y a la ligera la vida de miles de millones de seres vivos, no sólo vidas humanas, estoy hablando de la vida tal y como la conocemos.

Maldita sea la ambición, el poder y la arrogancia del ser humano. Siempre comentamos lo mismo en casa: la vida es muy sencilla, la gente se la complica. Esta gente que suele tener mentes privilegiadas y posee el don de descubrir cosas que podrían ser buenas para todos también suelen hacer un mal uso de las mismas corrompidos por el afán de poder o de fama; yo que sé, me cuesta entenderlo.

jueves, 12 de febrero de 2009

Eluana quería morir


Eluana quería morir. Ya se han hecho públicos los resultados de la autopsia de Eluana y se ha confirmado su muerte por deshidratación. Resulta sospechoso que la muerte le sobreviniera tan pronto cuando esperaban que resistiera unos cuantos días más. En mi opinión esto sólo puede significar que Eluana quería escapar de esa prisión en la que llevaba encerrada 17 años y ha aprovechado a la más mínima oportunidad que ha tenido. Quería dejar de sufrir y quería que no se sufriera más por ella.
No es que esté posicionada ante la eutanasia. Considero que es un tema muy muy delicado y que ha de ser muy muy estudiado caso por caso y analizar con lupa todas sus circunstancias. Pero ¿quién ha decidido que es prioritario el derecho a vivir sea como sea al derecho a vivir o morir dignamente? ¿Qué es más cruel: dejar morir a alguien sin posibilidades de vivir o alargar el sufrimiento profundo de esa persona y su entorno?
Es cierto que mientras hay vida hay esperanza. Depende de cada caso en concreto. A veces hay milagros, a veces permanentes, a veces momentáneos. Son estos últimos milagros, los momentáneos los que dan fuerzas para creer que sí, que hay esperanza y hay solución, y son una inyección para la propia persona y sus seres queridos y personas que se encargan de sus cuidados. Pero ¿y cuándo no hay señal? ¿Y cuándo vives en una desesperación y una impotencia eterna e infernal? La vida es para vivirla y disfrutarla, cada uno a su manera, adaptándote a los obstáculos del día a día.
Esta es mi exposición en lo que se refiere a lo moral, pero ¿y en lo religioso? Ante la Iglesia sí que me voy a posicionar. Si dicen que Dios nos manda el castigo y el sufrimiento para que paguemos nuestros pecados, pues qué mala fue Eluana y toda su familia, o quizá qué malo es este Dios. ¿Qué hizo ella tan malo para que tuviera un accidente y quedara en estado vegetativo, consumiéndose año tras año ante el padecimiento de sus familiares? Esta mujer no ha muerto esta semana; Eluana murió el día que tuvo su accidente. La crueldad fue dejar que su corazón siguiera latiendo y que sus pulmones siguieran respirando.
Según he podido apreciar siempre, la Iglesia, o por lo menos algún sector de la Iglesia, se opone a toda manipulación médica para la curación de enfermedades terminales, ya que considera que Dios manda esa enfermedad para llevarse a la persona. Entonces ¿por qué han puesto el grito en el cielo con este caso de Eluana si vivía de forma artificial? Quizá ese Dios se la quiso llevar desde el principio y los humanos nos equivocamos con ella e impedimos la voluntad divina. He ahí la eterna hipocresía y contradicción de ese estamento “tan sagrado” que es la Iglesia.
¿Y qué decir de los políticos? Estos son aún peores, porque éstos se creen dioses. Berlusconi. ¡Menudo payaso! –sin intención de faltarle el respeto a los payasos-. Un personaje de muy dudosa reputación, nada transparente e inmoral, desde mi punto de vista, que se permite el lujo de opinar a la ligera sobre un caso como éste y ponerse a la cabeza en la lucha contra la familia de Eluana. ¡Menuda falta de respeto! ¿Por qué no aceptó la invitación del padre de visitarla? Es muy fácil para este hombre ponerse ante un micrófono y soltar un sinfín de sandeces para reivindicar algo en lo que jamás a puesto ni un gramo de atención.
HIPOCRITAS. Son todos unos hipócritas. No sé si la eutanasia es justa o no, si es legal o no. No sé si eutanasia es igual a asesinato o es igual a libertad y descanso. Yo he llegado a una conclusión: ELUANA QUERÍA MORIR.

jueves, 5 de febrero de 2009

INTUICIONES


Hoy ha comenzado el día de una manera sorprendente y excepcional. Recuerdo mi último pensamiento, quizá sueño, antes de sonar el radio-despertador: un abuelo desesperado y agotado de criar a un nieto que va estresado en busca de la criatura al colegio .... Las siete y cuarto y el locutor de radio comenta lo irracional de ciertos casos en los que padres trabajadores hacen de sus propios padres responsables de nietos que no disfrutan como tales. ¡¡¡Me he "quedao" muerta!!! Pensaba que seguía soñando, pero, era cierto. ¿Adivinación? ¿Intuición? Lo que más me inquieta es que no es la primera vez que me sucede algo por el estilo. A veces me ha pasado hablando con alguien próximo a mí sobre problemas, dando consejos y opiniones y se han cumplido esas predicciones. Yo siempre que ha pasado lo he atribuido a la lógica aplastante de la realidad y al fenómeno causa/efecto. No creo mucho en las casualidades.
Reconozco mi capacidad observadora y de análisis de todo lo que me rodea. A veces llevado a la obsesión. Pero es algo que me pasa sin buscarlo, me sale solo.
Mi teoría es que somos pura energía y como tal no se destruye, se transforma. Y creo que nuestros pensamientos son parte de nuestra energía y por mediación de ellos que transmitimos sensaciones y hasta provocamos situaciones. Evidentemente no creo que tan solo este fenómeno sea el causante y el origen de todo lo que sucede en el mundo. Esta claro que la Tierra está habitada por miles de millones de seres vivos que desprenden energía.
Lo curioso es que hace bien poco tuve la oportunidad de ver un fragmento de una película de corte documental titulada "El Secreto". El film trata un tema de crecimiento personal basado un poco en esta teoría mía de los pensamientos como energía. La película no me convenció del todo ya que se perfilaba un rollo secta norteamericana, un poco cuento, pero me sorprendió la coincidencia con mis ideas. Se decía que personajes como Einstein, Freud o Gandhi, entre otros ilustres personajes de la ciencia, la medicina o de la labor humanitaria, poseían ese "Secreto". Y ¿Cuál es ese "Secreto"? Según yo deduje y quise creer todo se basa en el optimismo, en una visión abierta y objetiva pero enfocada al SI, ya que con el NO también atraemos los malos sucesos. Pero ya digo que no creo que esta teoría sea ese "Secreto" de la Humanidad que en esta película quieren hacernos creer.
Una actitud así puede ayudarte a ti personalmente en tu forma de vida. En cómo enfrentarte a ella y poder conseguir la felicidad.
Como ya he dicho, hoy el día ha comenzado de una manera sorprendente y excepcional. Me he levando, he preparado a mi niña para llevarla al colegio, he ido a entregar unos currículums y ahora estoy aquí para vosotros. Luego volveré a casa y seguiré con mis tareas domésticas y disfrutaré de mi familia. Pero creo que hoy es el DIA y algo bueno me va a aportar, espero que sea un nuevo trabajo.