viernes, 17 de julio de 2009

Incertidumbre

Ya son cuarenta días desde el último período. Y yo espera que te esperarás a que llegue para coger hora para la revisión anual (debería haberla pasado en abril). Preocupante. Aunque mis ciclos son largos y lentos, lo es. Preocupante porque llevo el DIU. Preocupante porque aunque querido no es esperado, no ahora. Preocupante por todos los interrogantes que se abren al esperar un segundo hijo.

En realidad no creo que sea cierto. Pero si no es así es igualmente preocupante, porque recuerdo que la última vez que me retrasé tanto sin estar embarazada la causa era un problema de salud y no era algo sin importancia, aunque ya está superado. Bueno, este tema mejor no tocarlo por el momento, es tontería, sería hablar por hablar y pensar por pensar.

La solución es bien sencilla: comprar la prueba en la farmacia y hacérmela. Salga el resultado que salga el destino va a ser el mismo: el ginecólogo. Hoy me la hago, salvo que de aquí al momento de entrar en la farmacia por fin tengamos una aparición estelar.

Estar en cinta otra vez no me disgusta ni me traumatiza, más bien todo lo contrario. Es un estado muy especial, aunque sí muy muy incómodo. En mi plan de vida sí que incluyo repetir como madre, pero según han sucedido las cosas he ido modificando mis gustos y preferencias. Si no volvía a tener otro hijo no me importaba, una hija llena mucho y ya estamos acomodados tras casi cinco años. Pasada la barrera de los cuatro años entre hijos ya no nos importa esperar cinco que ocho para ir a por el segundo.

Si esta situación se concreta, si estoy embarazada, se abre todo un abanico de interrogantes, los que tiene toda persona cuando espera un nuevo ser más los que te aparecen al ser el segundo hijo, piensas mucho en el primero:

- ¿Vendrá sólo o acompañado?
- Las comparaciones son odiosas pero… el primer embarazo fue genial y dicen que no tienen nada que ver unos embarazos con otros.
- La criatura: ¿vendrá sana? Igual que su hermana no será, ni mejor ni peor, diferente, pero ¿cómo de diferente?
- ¿Cómo afectará en mi trabajo? Ella está muy contenta conmigo y también es madre y nos anima a repetir, pero… no olvidemos que un negocio es un negocio. Yo creo que no nos fallaremos ninguna de las dos pero estas cosas se solucionan en su momento justo. Me gustaría mantenerlo y es que además lo veo compatible.
- ¿Y el trabajo de él? Ya sabemos que la cosa está como en todos sitios y que por ahora les han retirado el ERE, pero temporalmente, supongo que hasta principios de año no podrán concretar nada.
- Dicen que donde comen dos comen tres, ¿Y cuatro (o cinco)? Nos achucharemos, como se ha hecho desde que el mundo es mundo. Además confío plenamente en nuestras habilidades administrativas y de gestión doméstica. Hasta el día de hoy nos ha ido bastante bien, sin excesos pero sin deber nada a nadie.
- Mi hija: últimamente ha sido testigo indirecto de la llegada de hermanitos y hermanitas de compañeros de su clase, hasta por partida doble. También tiene amigos que tienen más hermanos mayores y menores. Además, según comentarios suyos y en juegos solitarios ella imagina que somos una familia de cuatro miembros. ¿Será una señal? Desde que nació siempre he creído que esta niña tiene un sexto sentido.

Pues bueno, hoy sabremos algo. Sea cómo sea y salga lo que salga, creo estar preparada. Además no es una situación tan extraña, más bien todo lo contrario. Se trata de despejar incógnitas y hallar el resultado, lo demás viene rodado y “el toro por los cuernos”.

P.D.: Prometo informar de los resultados.

sábado, 4 de julio de 2009

Disculpen Ustedes

Disculpen ustedes, mis fieles seguidores. Disculpen mi larga ausencia. Quisiera haber tenido algo de tiempo para acercarme antes a la biblioteca del pueblo para actualizar el anti-virus y saber de todos ustedes. Quisiera que el día hubiese tenido alguna horita más para escribir.

Por fín pude escribir un texto y por fín he podido acercarme al espacio WIFI. He vuelto. Saludos amigos.

Qué pasaría

¿Qué pasaría si un día decidiera montarme en el tren y salir de este barrio?

¿Qué pasaría si llegara a la casa dónde soy niña?

¿Qué pasaría?

A ellos no les gustaría. Para nada les haría gracia. Además, ¿yo podría estar contenta sin verlos? Bueno, tampoco es que pase mucho tiempo con ellos. Ando más de casa en casa y correteando el barrio que en el cole o en mi habitación.

También supongo que ella lo pasaría mal. A ver, ¿quién se preocuparía de ella? Nadie. Yo soy la que le hace compañía siempre que llora y está sola. ¿Y cuando se pone enfermita? Yo soy quién la cuida.

Luego si se enfada porque la gente le hace algo malo o porque él no viene, ¿con quién grita si no es conmigo? Sobre todo se pone triste si él no viene. A mí también me gusta que él venga. Casi somos una familia, aunque nos enfademos y sean unos rompe-promesas, estamos juntos. Me gusta tener una familia, como mi tata.

Pero creo que me enfado siempre y siempre me salen mal las cosas. Cuando llego allí me regañan mucho, pero no me importa, aprendo mucho y además soy importante. También sé que me quieren mucho, pero son muy diferentes y a mí me gusta ser como ellos. ¿Podré serlo algún día?

¿Qué pasaría si mis padres fueran otros? ¿Qué pasaría si mis padres no estuvieran? ¿Qué pasaría si me dejaran ir con ellos? ¿Puedo hacerlo? No. Tengo que cuidarlos. Me necesitan y se pondrían muy tristes.

Pero…¿Qué pasaría?