Prometí a alguien contar la historia de por qué Peggy. Pues ahí va:
Cierto día, de broma con mi entonces novio, como siempre, se le ocurrió por una de mis múltiples maneras de reir, que roncaba como la carismática Peggy de los Teleñecos. El pasó a ser Gustavo (la rana). Desde entonces me hizo gracia y adopté el apodo aportándo algo de personalidad y humor.
Además, me consta que no somos los únicos "tontolitos" que hacemos estas "tolonterías".
Cierto día, de broma con mi entonces novio, como siempre, se le ocurrió por una de mis múltiples maneras de reir, que roncaba como la carismática Peggy de los Teleñecos. El pasó a ser Gustavo (la rana). Desde entonces me hizo gracia y adopté el apodo aportándo algo de personalidad y humor.
Además, me consta que no somos los únicos "tontolitos" que hacemos estas "tolonterías".
3 comentarios:
Va ha ser que no mas de uno tenemos nuestros motes.
En el tema motes voy a correr un tupido velo porque tengo unos cuantos. Pero unos cuantos, cuantos cuantos, asi que si me buscais otro lo añadiré a la colección.
Bonita entrada y bonita foto.
Hola, soy otra peggy que le debo el mote al mismo personaje, aunque en mi caso es porque a mi novio le ha encantado siempre el teleñeco.
No estás sola ante la adversidad de los motes tontos entre parejas...
Publicar un comentario