Siempre a mi cuello agarrados: mi muñequita y mi piedra.
Mis dos escudos.
Siempre segura y protegida.
Principios de diciembre.
Una nueva alegría ha llegado.
Precioso mi príncipe.
¡Oh! ¿Qué ha pasado?
Muñequita...
Piedra...
¡Han desaparecido!
Sólo alcanzo a entender una cosa:
Ya no os necesito, porque mi TALISMÁN ya ha llegado:
Piel morena y ojos de ensueño.
Y esa mirada que deshace al alma más dura.
Eres un tesoro y una dulzura.
ERIC
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