sábado, 2 de mayo de 2009

Dra. Vicky - Victoria Hyde

Tengo una vida tranquila y normal, cuando me dejan; como la de cualquiera.

Vivo con mi familia, me encanta disfrutar de ella. Tengo amigos que me hacen buena compañía y unos achaques que me van fastidiando bastante.

En mi todo prima el amor y el humor, pese a las dificultades, mi tozudez y esas personas que te ponen la zancadilla.

Pero algo cambia cuando traspaso esas puertas… La mezcla de olores pringan todo el ambiente creando una atmósfera que te transporta a diferentes lugares del mundo dependiendo del olor predominante en la zona.

Lo realmente extraño es la reacción que esto provoca en mi cuerpo, mi mente… Empieza por un latido seco y contundente en el corazón; seguidamente un hormigueo recorre cada uno de los rincones de mi diminuto cuerpo, y ¡BOOM! Dejo se ser esa señora entrañable, pacífica y algo insegura pero serena, para convertirme en un ser jovial, picarón, desbordando energía y positivismo. También consigo ser un personaje con un humor algo cruel para quien ataca sin consideración: se maquinan espontáneamente diferentes formas de venganza sutil en esta alocada cabeza. Siento que me admiran y que me envidian, que les gusto y que les disguto…. ¿Y qué más da? No consigo reprimirme.

A veces pienso que he creado un monstruo. Sobretodo los viernes al mediodía. Algo en mi interior hierve y me desdoblo: Victoria Hyde, dicen que me llamo.

Saliendo por la parte de atrás y bajando unas escarpadas escaleras de metal, las piernas empiezan a fallarme (malditas rodillas). Por mis venas noto que la sangre pierde velocidad y una nueva paz inunda mi mente: Dra. Vicky ha vuelto….. Recupero mi vida y dejo atrás esos momentos que me enriquecen pero que forman parte de mí y sólo de mí. Es mi escape y mi espacio. Donde libero tensiones libremente sin prejuicios ni prohibiciones. Allí nada es imposible. Es el yo con el que nací: mi Hyde antes de mi Vicky soñada.

Soy quien siempre quise ser: YO.

4 comentarios:

Marta Parreño dijo...

Todos tenemos dos caras, o tres, o cuatro, o cincuenta. Nadie es siempre el mismo sino que se comporta de manera diferente en función de onde esté, con quien esté o en qué posición se encuentre. Lo bueno es mantenerse siempre fiel, sea cual sea el escenario. Y a veces es muy difícil.

Peggy dijo...

Totalmente deacuerdo contigo.

Lo importante es la esencia. Nuestra personalidad es cambiante como nuestra sociedad se trata de evolucionar y adaptarse

Emma dijo...

Pues un defecto mío es no comportarme según la circunstancia. Oye Peggy que miedo la Vicky Hide!!!!!

Peggy dijo...

No te asustes Emma. No es peligrosa además es muy divertida y de buena compañía.