lunes, 27 de diciembre de 2010

PAREN EL MUNDO...

... que yo me bajo.

Aunque parezca que sea cosa de estas fechas navideñas, éstas situaciones se ven en todos sitios, a todas horas, en cualquier día del año:

Caso 1
Conduciendo por una avenida ancha de cierta población del Vallés Occidental. Haciendo un ceda en una rotonda en dicha avenida y... a 2 Km/h, por la parte de dentro de la rotonda, un señor de sesenta y tantos, con purito en la mano. Lo adelantamos por la derecha. No tuve valor ni de pitar. Totalmente a su bola.

Caso 2
En un gran atasco en un semáforo a la entrada de otra población del Vallés Occidental. Dos carriles, uno para seguir recto y otro para girar a la derecha, más una incorporación procedente del lateral de la autopista. Vemos un "me pego al de delante para que no te me cueles", un "te hago luces para que tires ya de una vez" y delante hay como veinte coches parados en un semáforo en rojo, no sé cuantos "adelanto por el arcén de la derecha para pararme por delante del semáforo en rojo"... Bueno y así un montón de irregularidades más. ¿Realmente tenemos tanta prisa? Otros que van a su bola.

Estos dos casos los vimos en un plazo de media hora. Definitivamente no hay conciencia de sociedad.

Pero fuera de estas fechas te encuentras con la tecnología. Jolín que todavía no me he aprendido lo que es un mp3 y resulta que ya venden mp5. Seré una inculta pero no sé que es un Ipod, y todavía estoy esperando que alguien sepa explicarme que es el bluethood.


Con lo bonito y tranquilo que es salir de casa a comprar algo y dedicar ese tiempo única y exclusivamente a ello. O salir a dar un paseo sin pensar en lo que tienes aún por hacer en casa. O desplazarte sin la preocupación de llegar tarde a realizar unas compras por un atasco. Este es un mundo de locos. Apuramos el tiempo al límite y nos pasamos por alto las cosas realmente importantes y necesarias de la vida.

¿Por qué no dosificarnos las tareas? ¿Por qué querer hacerlo todo a la vez? ¿Por qué correr tanto por cosas que podemos conseguir más tarde?

A veces me gustaría vivir allí, donde el abuelo de Heidi. Me gustaría que todas estas cosas buenas que ha traído el progreso desde que se inventó la rueda o la electridad aprendiéramos a utilizarlas para lo que realmente son, no para explotarlas de manera irracional e inútil hasta agotarlas. Hemos perdido la noción de lo necesario e imprescindible para la supervivencia y la permanencia de la humanidad.

2 comentarios:

Emma dijo...

No te lo iba a decir pero.... la Júlia tiene mp5 desde el verano y yo Ipod desde hace años jajajajaja
El mundo avanza muy rápido
Besos

Peggy dijo...

Estoy en la prehistoria, lo reconozco. Demasiada velocidad para mí.

Besitos para vosotros también. :)